Israel vivió en las últimas semanas lo que suele llamarse una "ola de terror", que cobró la vida de 14 víctimas (incluyendo tres uniformados y dos inmigrantes de trabajo ucranianos), y dejó otros tantos heridos. Adicionalemente, ésta sembró (como de costumbre) temor, incertidumbre y desconfianza, y reavivó las tensiones internas entre ciudadanos judíos y árabes dentro de Israel.
En esta entrega de mi blog intento explicar algunos puntos fundamentales para entender la dinámica detrás de tales olas de terror, lo que las fuerza de seguridad israelíes pueden o no pueden hacer para detenerlas, las reacciones de la población y de los políticos, y la retórica bastante poco convincente de los que siempre creen saber cómo se combate el terror.
Mis comentarios los mando esta vez en una grabación de video, cuyo link aparece aquí abajo. La duración es de 50 minutos, pero como siempre pueden ponerlo a mayor velocidad si les parece que hablo lento :).
Los temas que trato son los siguientes:
Una descripción de los ataques y de quienes los perpetraron, su procedencia y su afiliación, así como alguna información sobre las víctimas. Estos detalles son necesarios para entender lo complejo de la realidad que vivimos;
Una discusión (a partir del minuto 30) de las causas inmediatas y menos inmediatas detrás de la presente ola. Mi intención aquí es indicar que mientras que los cuerpos de seguridad de Israel han desarrollado capacidades tácticas muy eficiencientes para detener, en la gran mayoría de los casos, ataques específicos, a Israel siempre le ha faltado una concepción estratégica coherente de cómo enfrentar el terrorismo;
Un comentario (a partir del minuto 38) sobre el "muro de separación" que supuestamente debe servir como defensa ante la infiltración de terroristas que llegan a Israel desde los territorios conquistados en la banda occidental. El punto principal que quiero enfatizar aquí es que ese muro esta totalmente agujereado y cada día entran al país entre 40 y 50 mil palestinos que buscan trabajo y supervivencia. Yo explico por qué hoy no existe en Israel una verdadera motivación para que ese muro sea realmente hermético. Por diferentes razones que explico, ni lo quiere así el ejército, ni lo quiere la derecha ideológica, ni lo quiere tampoco un gran sector de la economía (sobre todo construcción y agricultura) que dependen de la mano de obra barata de los palestinos.
Tenía la intención de explicar también en esta entrega la nueva crisis política que se está desarrollando en este momento, pero por falta de tiempo lo dejaré para otra oprtunidad.
Al pasar ya varios días desde el útlimo ataque en Tel Aviv, es importante destacar que la sociedad israelí tiene la capacidad de volver rápidamente a sus rutinas, después de atentados y olas de terror de este tipo. Eso se basa en una combinación muy peculiar de fortaleza individual y social, mezclada con una capacidad admirable de reprimir pensamientos sobre la realidad que nos rodea y sobre sus amenazas. Ambos elementos son necesarios para vivir en un país como éste y en esta zona del mundo, pero no son siempre buenos consejeros.
La conversación adjunta en vídeo, la grabé el domingo 10.4.22, tres días después del ataque en Tel Aviv. Dos dpias después, el martes, traté de reservar lugar para dos en algún restaurant de Tel Aviv, y eso fue, como siempre, misión imposible. Todos los centros de vida nocturna de la ciudad que no descansa -- alegre y despreocupada como de costumbre -- están llenos otra vez a más no poder, como se ve en este corto vídeo tomado en una concentración de bares y restaurantes lindante (irónicamente) con la Gran Sinagoga de Tel Aviv.
Por otro lado, dado que mañana es el seder de pesaj, y a la vez estamos en Ramadán, la tensión sigue en ascenso. Mañana se declarará un cierre total de los territorios, pero como es viernes de Ramadán, ese cierre no entrará en efecto hasta que terminen los rezos musulmanes en el monte dell templo, en la mezquite El-Aqsa. Las fuerza de seguridad siempre están en alto grado de alerta los viernes de Ramadán, y mañana lo estarán mucho más. Nunca sabemos cuándo vendrá otra ola y quién la encenderá.
Y todo eso sin mencionar a la franja de Gaza.
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